martes, 6 de mayo de 2008

Fernando Cortés Pizano


Vidriera procedente de la Catedral de Malinas (Bélgica), realizada en primer cuarto del siglo XVI. Actualmente en el Museo de Arte e Historia de Bruselas.


Vidriera del Monasterio de Pedralbes (Barcelona) realizada en el primer tercio del siglo XIV.


Vidriera de la Catedral de Sevilla realizada hacia 1485 por Enrique Alemán.


Rosetón de la Catedral de Girona, realizado en el primer tercio del siglo XVIII por Francesc Saladrigas.


Rosetón de la Catedral de Lincoln (Reino Unido), realizado hacia 1220.

Vitrales restaurados por Fernando Cortés Pizano

FERNANDO CORTÉS PIZANO: "Nací en Alicante (España en 1966). Cursé la carrera de Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid, estudios éstos que siempre me parecieron demasiado teóricos, por lo que realmente nunca llegué a poder ejercer en este campo hasta que comenzó mi interés por las vidrieras. Por ello, en 1994, decidí reorientar mi formación hacia una profesión de carácter más práctico, estudiando Conservación y Restauración de vidrieras en la Real Academia de Bellas Artes de Amberes (Bélgica). Desde entonces, las vidrieras han sido mi gran vocación y pasión y de una manera u otra he logrado salir adelante en este terreno tan particular.

Como restaurador de vidrieras, mi relación con este elemento se orienta lógicamente más hacia la conservación del Patrimonio, esto es, de las obras más antiguas, aquellas que lógicamente tiene más probabilidades de presentar problemas de deterioro. Personalmente no me considero un artista, un creador, y siempre me he sentido más cómodo ayudando a conservar las obras que realizaron los artistas de otras épocas que intentando crear las mías propias.

Entre los trabajos que he llevado a cabo con vidrieras históricas destacaría varios campos de actividad principales. En primer lugar, en el campo de la conservación y restauración directa de vidrieras, he tenido la suerte de participar en proyectos de restauración muy interesantes con vidrieras de diferentes épocas, estilos y en diferentes países europeos, como Bélgica, Alemania, Reino Unido y España. En segundo lugar, aparte de esta actividad como restaurador, también he participado en proyectos de estudio e investigación de vidrieras. En tercer lugar, los artículos que he escrito y las conferencias que he tenido ocasión de impartir son mi pequeña contribución a difusión de los conocimientos que he ido adquiriendo en estos años sobre diferentes aspectos de la conservación y restauración e vidrieras. Por último, he desarrollado una actividad paralela como docente, ya sea en estudios específicos de larga duración sobre conservación de vidrieras o en cursos monográficos.

En la actualidad, después de muchos años dando vueltas por estos mundos, estoy por fin desarrollando el proyecto que más me ilusiona: la creación de mi propio taller de restauración de vidrieras en mi provincia de origen, Alicante.




http://www.fcpcrv.com/

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre es un placer escuchar o leer los comentarios de alguien que a pesar (o seguramente por esa misma razón) de tener profundos conocimientos y principios sobre restauración de obras de arte y sobre el mundo de las vidrieras en general, sabe valorar y transmitir la esencia, el respeto y la admiración verdadera a este tipo de obras tan infravaloradas, o al menos generalmente olvidadas, por las personas a las que se supone una cierta atención e interés por este tipo de soporte artístico.

A pesar de que en el mundo de la restauración de obras de arte se ha avanzado mucho con respecto a la concienciación en el tratamiento y la profesionalidad de los intervinientes en su tratamiento sobre todo en los últimos años, al menos en lo que al Bizkaia se refiere, no conozco ningún equipo de restauradores que haya llevado a cabo los tratamientos practicados sobre las vidrieras de nuestro patrimonio histórico - artístico.

Tampoco me resulta fácil de entender por qué no se les presupone similar categoría a la que ostentan bienes muebles como retablos, tallas, relieves o lienzos, para los cuales sí se solicitan los servicios de equipos especialistas en conservación y restauración de obras de arte. Al parecer, resulta más cómodo incluirlas en el apartado arquitectónico, y naturalmente, tampoco conozco muchas restauraciones llevadas a cabo por equipos integrados exclusivamente por restauradores especialistas en piedra.

Supongo que se notará que soy restauradora de obras de arte, y que el mundo de las vidrieras ha llegado a parecerme fascinante, primero por cercanía, y segundo por haber tenido la fortuna de haber podido encontrar a gente como Fernando, que es la que verdaderamente hace falta.

Ya sé que no necesitas "el peloteo" profe, pero aún así me parece poco. Recuerdos.

Cata.

Samarkanda dijo...

Yo también he tenido la suerte de poder conocer a Fernando, aunque haya sido por pocos días. Pero también pienso que necesitamos a gente como él. Con esa calidad profesional y ese amor a las vidrieras.
Samarkanda.

Samarkanda dijo...

Yo también he tenido la suerte de poder conocer a Fernando, aunque haya sido por pocos días. Pero también pienso que necesitamos a gente como él. Con esa calidad profesional y ese amor a las vidrieras.
Samarkanda.