El vidrio roto que dejó el fuerte temporal de abril pasado sirvió para que la artista
Paulina Rucco
reúna ese material y arme junto con un grupo de vecinos, “Mandala de la tierra”, una serie de objetos de arte que se instalarán en el jardín del Museo José Hernández.
El proyecto comunitario, de nombre Fusionarse, consistió en reciclar los vidrios rotos y convertirlos mediante vitrofusión en mandalas: "Es una obra de reciclado colectivo, que propone un cambio de consciencia con respecto a la basura y el vidrio en particular", explica la autora de la obra.